Emprendimiento o supervivencia
En
Venezuela más de 5 millones de venezolanos trabajan en el sector informal, un
43,5% de las personas que conforman la población activa. Y a pesar de que la
nueva LOT tiene algunos aspectos positivos para los trabajadores actuales, no hay que ser adivino para entender
que este gobierno solo piensa en acabar con el sector privado, para de esta
manera reforzarse como el principal empleador del país y de forma demagógica mantener
a la población subyugada a sus intereses particulares, bajo las ya, acostumbradas
amenazas a sus trabajadores públicos.
Ante esta
realidad debemos cuestionar la capacidad del gobierno para generar incentivos a
cada uno de los pequeños emprendedores, que se hacen paso luchando día a día
para mejorar sus condiciones y expectativas de vida.
Ahora
bien este gobierno que se jacta de estar del lado de lo mas desfavorecidos,
pretende, a partir de la nueva ley orgánica del trabajo (LOT) y de la manera
mas descarada manipular a los Venezolanos, mientras que al mismo tiempo e incongruentemente
promueve la exclusión, ya que solo se está beneficiando a cierto sector de la
economía (aquellos trabajadores que se encuentran activos en este momento) ya
que este tipo de leyes solo consiguen desmotivar al empresario a la creación de
mas puestos de trabajo. Lo que se traduce en menos oportunidades de empleos
para los venezolanos especialmente los jóvenes.
En estos
años el gobierno nacional ha sido incapaz de brindar oportunidades de progreso
comercial, al contrario se ha convertido en el verdugo de muchas empresas, al
obstaculizar el proceso para la adquisición de dólares entre otras cosas.
De esta
manera el emprendimiento en Venezuela se convierte en un verdadero acto de
supervivencia, ya que luego de sortear todo el protocolo propio de una
administración publica carcomida por la burocracia, se tiene que atravesar por
una serie de pruebas de resistencias, entre otras cosas, las diferentes
acepciones de inseguridad (laboral, judicial, personal etc.)
Es fácil
entender que a este gobierno no le interesa en lo absoluto, la creación de un país
de emprendedores donde todos tengamos oportunidad de establecer nuestro propio
negocio.
A pesar
de todo esto, considero que muchas cifras dan a conocer el lado positivo del
venezolano que en un 43,5% ha decidido asumir el control de su vida y crear su
propia fuente de empleo, no solo para si mismo, sino también para brindarles
oportunidades de trabajo a los demás. Soy muy optimista por ello considero que
no hay empleos sin porvenir. Por eso, desde este humilde espacio mis respetos,
para aquellas personas que no pierden la capacidad de soñar y valientemente se
lanzan a explorar nuevos caminos, aprender cosas nuevas y averiguar hasta donde
son capaces de llegar.
Estoy
seguro que la mayoría de los venezolanos y sobre todos los jóvenes queremos ser
protagonistas y forjadores de nuestro propio destino y es por eso que estaremos
participando masivamente en las próximas elecciones y votando por el progreso,
la juventud y el trabajo.
José
Leonardo Caldera
Dirigente
estudiantil LUZ