miércoles, 26 de junio de 2019

La crisis también es emocional

La crisis también es emocional 

Si hay una región particularmente afectada por la grave crisis nacional, es nuestro estado Zulia. Cuando algún problema (razonamiento eléctrico, falta de gasolina, escacez de alimentos o  inflación) comienza a generar molestias a nivel nacional, es porque en el Zulia ya tiene al menos tres años ocurriendo. 

Como consecuencia gran parte de la región se encuentra en un estado mental de agotamiento, hasta el punto de presentar importantes alteraciones mentales, basta con imaginarse lo desesperante que es pasar días sin luz, cuando la sensación térmica puede sobrepasar los 40° en una tarde normal.

A esto le agregamos la impotencia de no encontrar medicamentos y cuando se encuentran plantearse el tener que dejar de comer para poder adquirirlos. 

Sin dudas nos encontramos en el medio de un bombardeo de situaciones adversas que por momentos pueden parecernos imposible de sortear. Es posible que a estas alturas si vivimos o conocemos a personas que viven en el Zulia nos encontremos comúnmente con algunos síntomas de estrés postraumático. 

A lo largo de historia nos encontramos con diversos gobiernos autoritarios que han utilizado distintas herramientas de control social para someter a la sociedad y que pierdan toda capacidad de lucha o resistencia. 

Ejemplos de esto encontramos en los campos de concentración de la Alemania Nazi donde ante una brutal hambruna el gobierno brindaba una ración extra de pan, para quienes denunciarán escondites de Judíos. 

Lo peligroso de estos esquemas de dominación es que se diseñan para quebrantar la voluntad de lucha o resistencia en la sociedad, en este tipo de casos pueden presentarse ciertas respuestas o conductas adaptativas que en última instancia buscan garantizar la sobrevivencia del hombre por la explotación del hombre. 

Es decir el estado busca que ante el caos sólo te preocupes y ocupes por tu supervivencia sin pensar en el otro y en ocasiones dañando al otro. 

De esta manera se puede explicar la pasividad actual del Zuliano para calarse hasta 48 horas de cola en una estación de gasolina para poder surtir apenas 30lts de combustible. 

El gobierno ilegítimo busca socavar toda esperanza de cambio y lo peor que podemos hacer como sociedad es rendirnos, pues sería nuestra sentencia.

Por lo tanto la crisis también es a nivel emocional y para esto debemos ser conscientes de la importancia de la reconstrucción de la fibra social para recuperar el autoestima como Venezolanos y desarrollar la nación que realmente queremos. 

Quienes dedicamos nuestra vida a la política debemos hacer un esfuerzo por recobrar las fuerzas y la hidalguía que por muchos años caracterizó a una región que llegó a ser punta de lanza para el desarrollo cultural, económico, académico y tecnológico de la nación. 

José Leonardo Caldera
Vicepresidente UNT-Zulia 

sábado, 21 de septiembre de 2013

La Sangre joven y el sueño viejo



Como diría Rubén Darío “Juventud, divino tesoro” muchas veces sobrestimada otras tantas subestimada. Somos el futuro de una patria que parece condenada a repetir su pasado y tiende a no ver en el presente oportunidad alguna. Somos los jóvenes quienes hoy en día tenemos una gran deuda y un compromiso histórico con la sociedad venezolana.

Con el correr de la historia desde los tiempos más remotos, se tiende a estigmatizar a la juventud como los culpables, en gran parte de la decadencia moral y ciudadana. Como referencia tenemos la caída del imperio romano, atribuida en gran medida a la descomposición social fomentada por los jóvenes de aquel entonces.
Veo con preocupación como varios jóvenes han sido utilizados por diferentes organizaciones políticas, como burros de carga y en otros casos como trampolines para llevar al poder a distintos personajes políticos de toda clase (buenos, regulares y malos) que solo los toman en cuenta en los discursos. Como dice Ali Primera en su canción mansa para un pueblo bravo “La sangre joven y el sueño viejo” exige dejar de ser ingenuos.

En la actualidad debemos asumir con determinación, el reto de detenernos a pensar y proyectar nuestras visiones de vida y compartirlas en una visión, de un país mejor, debemos romper con ese esquema egoísta y contaminante, en el que solo nos debe importar nuestro beneficio particular, sin tener en cuenta algún propósito social.  Es este tipo de mecanismo (Sistema de Gobierno)  premeditadamente construido, es lo que nos tiene hundidos en una doble moral, de tener que callar y aceptar muchas cosas por el temor de perder alguna ayuda o puesto de trabajo, ya que así aprovechan las grandes estructuras de poder para generar dependencia en sus ciudadanos. De esta manera es que ganan elecciones las nuevas dictaduras en ambientes “democráticos”.

Es momento de detenerse a pensar, pues como diría en su época Albert Einstein la mejor definición de locura, es “seguir haciendo lo mismo y esperar resultados diferentes” al paso que vamos no solo estaremos condenando a nuestra generación sino que también estaremos comprometiendo el país que heredaran nuestros hijos y nietos.

Necesitamos incorporarnos en la vida pública pues solo de esa manera podemos cambiar la realidad. Y hacerlo de forma honesta, por el rescate de la actividad política como una actividad honesta, estoy convencido de que juntos podemos lograrlo.

José Leonardo Caldera
Dirigente Juvenil de UNT

sábado, 25 de mayo de 2013

Seis años sin RCTV




Desde comienzos del siglo pasado los medios de comunicación masivos son de gran relevancia en cuanto al desarrollo de los acontecimientos sociales a nivel mundial, debido a que ejercen una poderosa influencia en la comunidad, o entorno de acción, al construir parte del discurso social y por ende, juegan un papel fundamental dentro del desarrollo de toda sociedad
 
Al cumplirse seis años de la salida del aire de RCTV, por razones que obedecen completamente a intereses particulares del gobierno, se observa con preocupación como se sigue arremetiendo con todo aquel medio de comunicación que intente cumplir su tarea fundamental de informar a la sociedad. Tal es el caso de las sanciones a los medios que transmitieron los hechos de las tragedias de Amuay en Falcón y la cárcel del Rodeo.
 
Es por esto que en toda democracia es vital que exista la participación de otras formas de pensamiento para generar un equilibrio. Pero lamentablemente en recientes informes de la organización reporteros sin fronteras, se establecen denuncias por el cierre de más de cuarenta y cuatro (44) medios de comunicación.

Por más contradictorio que parezca actualmente la mayoría de los medios de comunicación se encuentran en poder del Estado nacional y los que no se rigen por una Ley de responsabilidad social de radio y Tv promulgada en el 2005, donde se limita en gran medida el espacio a la critica y al debate, estableciendo severas sanciones, ejerciendo un monstruoso control a través de la red nacional de medios púbicos.
 
Actualmente cuando estamos ante una de las más graves crisis Políticas con una innumerable cantidad de problemas, es sumamente preocupante que los medios del Estado sean utilizados para ridiculizar las luchas sociales o las movilizaciones que buscan dar salida a esta crisis.
 
Hoy en día los medios de comunicación en Venezuela se han convertido en un mecanismo de dominación más, que tiene el gobierno nacional para invisibilidad el descontento social que hay actualmente en el país.
 
El régimen es quien impone los temas de discusión y le quitan relevancia a las reivindicaciones que hoy en día el pueblo venezolano pone sobre la mesa. Y eso no tiene que ver con un descuido o un tema de marketing, esta situación responde a un tema político y por lo tanto es desde el área de la política que se debe abordar.
 
El derecho de expresión y de información es un derecho fundamental de todos los venezolanos, consagrado en nuestra constitución en su artículo 57 y no es algo que deba mendigarse o agradecer.
 
Por eso es que hoy seis años después del cierre del canal mas antiguo de Venezuela quiero expresar mi admiración a los medios que no se doblegan ni ceden a la autocensura y a los periodistas valientes que saben que cuentan con una sociedad civil que les acompaña, porque sufren, al igual que ellos de un gobierno indolente de las necesidades de la sociedad.
 
 
José Leonardo Caldera
 
 
 

miércoles, 24 de abril de 2013

El Final de la era del Miedo




El Final de la era del Miedo
Al mejor estilo del Ministro de información y propaganda nazi Joseph Goebbels el régimen venezolano intenta disfrazar (transposicionar) su mala gestión y su incompetencia, culpando a la alternativa democrática y a su líder Henrique Capriles de saboteo, conspiración y una ola de violencia que solo es causada por los grupos armados y financiados por el gobierno nacional.
Se trata de incriminar de forma cobarde a los que se han convertido en la voz de la esperanza de millones de venezolanos, que aspiran por un mejor país, sin confrontación y con oportunidades reales de progresar en todos los sentidos.
Sin embargo, ya el pueblo perdió cualquier grado de identificación con el régimen, la gente despertó y se dio cuenta de que ninguno de los enchufados, sufre lo que sufre el pueblo (inseguridad, fallas eléctricas, devaluación,  escasez de productos, chips para el acceso a la gasolina, multas por el servicio electrico etc.) A “mentira fresca” solo lo siguen los más de veinte ministros que reciben beneficios directos del Estado y todavía no han podido ejecutar una política pública eficiente. Y muestra de esto es el constante malestar que se respira en la calle por la hiperburocracia que solo funciona para asuntos de interés particular de los enchufados.
Un gobierno que se jacta de estar con el proletariado, establece una cobarde persecución a los trabajadores públicos que no se arrodillan al régimen, buscando así intimidar al empleado, pero se olvidan que aquí, ya el tiempo del miedo se acabo. Los venezolanos apostamos por la reconciliación, la paz y el progreso.
Poco a poco estamos venciendo la censura, la intimidación y la mentira.  La gente va despertando día a día del letargo y se va dando cuenta que definitivamente Nicolás ni es Chávez ni goza con la suficiente legitimidad para ser nombrado presidente, es algo que ni él mismo lo termina de creer y se comprueba en cada aparición publica, donde simplemente trata de imitar desde los chistes hasta la entonación del fallecido Hugo Chávez obteniendo un resultado totalmente contraproducente.
Debemos permanecer unidos, ahora más que nunca es imprescindible organizarnos y estar atentos  a cualquier información suministrada por Henrique Capriles o el comando Simón Bolívar la era del miedo se acabo y el “ilegitimo” esta consciente de eso, intentará a toda costa mantenerse aferrado al poder, pero la voluntad del pueblo es y debe ser, sagrada para cualquier persona que pretenda dedicarse a la política, entendida como la mejor forma de servir al pueblo.

José L Caldera
 Dirigente Juvenil de UNT