viernes, 2 de marzo de 2012

Tolerancia en tiempo de descalificación


A lo largo de mi vida, he sido testigo de cómo familias se envuelven en unas acaloradas discusiones sobre política, llegando a un punto tal, que en determinado momento, se pierde todo tipo de respeto y comienza el derroche de ofensas e improperios personales, que nada tienen que ver con el tema que se estaba conversando al principio, no obstante a esto, también he percibido que a medida que pasa el tiempo no volvemos mas intransigentes ante ciertas opiniones (no solo políticas) que difieren de nuestra concepción de lo normalmente aceptable.


Mientras que al mismo tiempo y con respecto a muchos problemas sociales nos mostramos misteriosamente sumisos, ya que años atrás era inaceptable el permitirse si quiera la idea de que: el servicio de agua potable llegase solo 3 veces por semana a sectores consolidados, imaginarse a los venezolanos haciendo colas para poder comprar comida, el razonamiento del servicio eléctrico, tener que invadir terrenos porque ni los materiales para la construcción de viviendas dignas se encuentran etc.


Ante lo cual sale a flote mi interrogante, ¿como es posible que un gobierno logre desviar la atención de los problemas básicos de las comunidades?, y a partir de la creación de un discurso incongruente, al mejor estilo de la película matrix y su realidad paralela, pretenda justificar sus fallas cargándoselas a los 40 años de gobierno anterior, a las intenciones de invasión del imperio, al saboteo de las oligarquías y los medios de comunicación etc.


No obstante hay que reconocer que en cierto sentido han logrado su cometido, impedir que muchos venezolanos se den cuenta del deterioro de su calidad de vida, piensen que todo marcha bien, que en realidad somos un país mas independiente y adjudicarle todas las responsabilidades de lo malo que nos ocurre a terceros.


Con el pasar de los años hemos adaptado nuestra percepción de lo “normal” o de lo “correcto” a un conjunto de situaciones que años atrás nos parecían absurdas. Cada día asimismo con mayor normalidad, el enterarnos que alguien fue asesinado por resistirse al robo de su teléfono, dinero, moto. Y no conforme a eso muchas veces se pretende culpar a las victimas de estos hechos, nunca falta el imprudente que haga el comentario de porque salió de noche, que hacia en esa zona, porque no entrego todo, etc. Es por esto, que los que verdaderamente creemos en el progreso debemos hacer despertar la conciencia de todos.


No es posible que sigamos permitiendo que se nos intente manipular o persuadir de los problemas que realmente nos afectan queriéndonos envolver en discusiones inútiles, o descalificaciones personales, cuando se cae en este tipo de estrategias es porque no se tiene argumentos validos para justificar su discurso.


Es momento de dejar a un lado cualquier tipo de prejuicio que nos desvié de la lucha y por una mejor calidad de vida para todos los venezolanos.

José Leonardo Caldera

Estudiante de Ciencia Política

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